La vida ciega.
El capitalismo de la vigilancia no descansa.
Si hay una cosa en la que este nuevo sistema de control del capitalismo de la vigilancia no descansa, es en el formateo de las mentes a través de proyectos de ingeniería social. Y si algo tiene de didáctico merodear los territorios del primer mundo, es poder observar de primera mano como accionan estos mecanismos de control mental y guerra psicológica a gran escala, como parte de un programa de guerra híbrida de destrucción de la naturaleza ontológica del ser humano.
Vamos a los bifes.
De visita a mis hijas en Canada (reino del infame Justinflation Trodeau), una de ellas, me sugiere observar una serie de netflix muy popular aquí y en Usa, ya que me podía interesar su contenido. Su nombre, “love is blind” (el amor es ciego). Si creía que lo había visto todo, pues, el nuevo orden mundial siempre te tiene reservadas desopilantes sorpresas y te recuerda que la capacidad de asombro no tiene limites.
Se trata de un nuevo reality show ,hasta ahí nada nuevo bajo el sol, donde un grupo de mujeres y hombres, 10 cada uno, se agrupan en espacios separados, y el objeto es que cada noche, entran en cubículos individuales, y entablan una amena charla con alguien del sexo opuesto que no ven, que se encuentra a su vez en otra habitación, separados por una mampara corrugada, están cerca, solo que no pueden verse, y si pueden entablar conversación.
El objeto, reunirse cada noche con alguien diferente, e ir así formando parejas que en algún momento hasta se pediran matrimonio, con lagrimitas y todo, a través de la mampara, sin haberse visto jamas, ni tocado jamas, ni abrazado jamas, solo palabras cruzando una pared.
Hasta organizaban bailes, donde los 20 escuchaban por auriculares la misma música, y bailaban solos en cada cuartucho, con otro imaginario que bailaba solo del otro lado.
Bizarro? Pues no tanto.
Recordar el slogan de la noche de la nostalgia, promocionado por el gobierno y expuesto, y hasta cantado en cámaras por periodistas, el 24 de agosto del 21, “bailar pegados no es bailar”, y “del alcohol en gel me enamore”, en su grotesca “protocola” de la “noche de la nostalgia responsable”. Ya ves, que nuestros cerebritos de la Udelar no le van en zaga a los modeladores de cerebros de Silicon Valley. Obvio que sus ideas grotescas van en relación a lo que ganan, y a su orientación ideológica que no les deja llegar el agua al tanque.
No le pidas peras al olmo “progre”.
Ya ves, como se las barajan los progre en serio del mundo en serio. Tampoco inventaron nada, sino que avanzaron sobre posiciones psicológicas ya tomadas. Recordar que en plan-demia, las parejas no se podian ver, interactuaban por zoom, algunos osados empujados por las hormonas (que a veces tienen mas sentido común que los cerebros neuromodulados por el sistema de picar sesos) violaban cuarentenas y visitaban sus parejas escalando por la ventana, toda una hazaña del amor (políticamente incorrecto por heteropatriarcalmachistadepredadorcolonizadordecuerposfemeninos)….aprendetelo bien para que no te cancelen en facebook.
Y no quedaba ahí.
No es nuevo esto de los bailes, y cumples a distancia, con las mamparas del nuevo orden mundial, con tortas, velitas y cotillón, todo por zoom, limpito y seguro, que mas se le puede pedir a la vida buena que nos regala el Estado que te cuida de vivir!
Esta serie, no es mas que otro pasito en el esquema de ventana de Overton, donde vas naturalizando lo impensable, hasta que lo adoptas en tu vida de forma insidiosa e inadvertida, y cuando queres acordar, hasta lo disfrutas.
Reducción de disonancia cognitiva.
Van reduciendo la resistencia social a un cambio que se quiere implementar y que entraría en conflicto con sus creencias y sistema de valores.
Se va desmotivando y desalentando la conducta no deseada, y premiando y promoviendo la nueva conducta a implantar.
Por eso, el show de netflix, tiene final feliz, como no podía ser de otra manera, es el premio emocional para el perrito de Pavlov, que hizo los deberes, hablo solo, bailo solo, comió solo, y lo hizo feliz (como el mono de Elon Mask, que jugaba videojuegos y era un “mono feliz”), nunca se le ocurrió preguntarse que mierda hacia ahí, hablando con una mina, o ella con un tipo, que nunca le vio la carucha, ni llorar ni reir, ni brillar ni opacarse, nada, un buen dia, pim, se enamoro de la pared, y le pide matrimonio, y la pared dice que si, viste que el mundo a distancia tiene sus gratificaciones?
El sistema te dice que no pasa nada.
Que podés vivir a distancia, encerrándote cuando ellos te dicen, con bozal, impregnado de alcohol en gel, amando por zoom, bailando con gente imaginaria, que basta con tu metaverso y que solo tenes que poner el bracito cada vez que te lo manden, y vos solo sonreir y obedecer, ser un buen ciudadano cyborg del orden mundial, a cambio de unos likes y de las boludeces del tik tok. Ah, y que eso no impide que te enamores y todo.
Voila!. Y nosotros aca? Unos genios, mira que inventiva, haciendo los cumple a los niños por zoom!! Uauuuuu!!. Pucha si seremos vivos! Les ganamos de mano a los academicos del Tavistock! Eso si, preguntarte si esa mierda es saludable?, jamas… faltaba menos, si me lo aconsejo el Garch, el peluquín y la banda progre que me cuida! No me dejan reunirme con mi gente, no pasa nada, soy re vivo y me reuno por zoom, ahhhh, viste que inteligencia eh!
Dentro de poco.
Ya ni será necesaria la emergencia sanitaria inventada, la ventana de Overton hara su trabajo, via series de netflix, y vos solito veras “cool”, vivir con la pared al medio y conectado sin conexión, bailando solo y hablando solo.
Y ya no solo el amor, sino toda tu vida sera ciega.
Estimado Capitán Tormenta, nada me sorprende de lo que cuenta, solo pienso sería George Orwell un profesor del Tavistock institute, o simplemente podía leer la física cuántica del mundo entero? Gracias por su aporte